domingo, 20 de octubre de 2013

FRAGILIDAD

Somos personas limitadas que, aunque busquemos el infinito, tenemos un hermoso, pero limitado, horizonte incluso en la mirada, que es la más libre de nuestras libertades. Y cuando los ojos van perdiendo ya específica capacidad, tenemos la posibilidad de mirar hacia adentro, como si el agua de nuestro pozo siguiese siendo transparente, pero también hay alteraciones y aguas turbulentas. Cualquier enfermedad, por mínima que sea, nos perturba. Cualquier desamor, una mirada desviada, nos inquieta, pero el secreto está en mantener firme la mirada, aunque cada vez veamos menos, porque es la mirada al horizonte infinito la que nos sostiene el alma.